Es sencillo. Buscamos varios materiales para reciclar y en un momentito nos construimos un juguete educativo para aprender. Y así lo hicieron, los chicos y chicas de segundo de la ESO se divertían durante una de estas mañanas de final de curso jugando a la tabla periódica de elementos que junto a su profesora Rebeca habían construido. ¿Está bien verdad?